Como que era hora no? me digo.
Meses, largos meses me separan de las últimas líneas. Que extraño ! escribir siempre había sido mi madriguera emocional.
Por aquellos días sentía unos remolinos incontenibles, internos. Como que se venían vendavales, y que miedo sentía !! De hecho el manojo de sensaciones cobró formas, se convirtió en angustia, en ansiedad, en caminatas nocturnas "pasillescas" ... y había que atravesarlo, otra vez ! al fin comprendía que en cada cambio contundente se me escapaba un poco el alma .. pero siempre volvería.
La sensación era algo así como que si no moría en ese instante, no moriría nunca. Y ese era el alivio subyacente, loco.
Y la tormenta volvió a pasar, como tantas otras veces. Y porque me permito observarme, mirarme, tratar de entenderme y entender a otros... es que me salvo.
Los cambios se sucedieron, sin más ... y cuánto pudo madurar el pasado al punto de estar donde debe. Y cuánto se pudo aclarar aquel presente, y lo que vendría.
Ahora otro mes y otro año ... con otras inquietudes, otras chispas saltarinas que piden mecha en mi interior. Motores eternos, siempre ahí, menos mal !
Me conozco un poco más que ayer. Me acepto otro poco más.
Y la mujer que había que dejar salir, sale y vuelve .. como en vuelos.
Y me tengo conmigo, de otra manera. Que bien.
Ga !
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