Y que el ángel nos ampare!

En el día de ayer he tenido la agradable visita de una vieja amiga (soportándonos desde el Jardín, la puuuucha) persona con la cual hemos atravesado idas y venidas, lejanías y cercanías varias, pero con quien cada vez que nos encontramos es como si el tiempo en realidad no hubiese pasado tanto y fluyen las conversaciones muy positivamente....se activa la buena energía, y se intercambia...

En fin, deberé apodar a mi estimada, porque esa es la condición a la hora de contar historias ajenas.... acá la única que se escrachará, en todo caso, seré yo, ok? jaja

Ella misma se autodenominó "la chancha rosa", pseudónimo peculiar y de orígen risueño que no viene al caso....

Cuenta la historia general de la vida del entorno de Gaby que esta chica, la chancha rosa, era una de las personas más religiosa que podías encontrar en las inmediaciones de vuestro añorado pueblo... Mujercitas muy influenciadas por el catolicismo, pasaban el tiempo haciendo alarde de lo bien que se comportaban y de lo atorrantas que eran las demás; típica, y no sólo en los pueblos...

La chancha rosa pasó la mayoría de sus 25 años de novio, haciendo esperar largos meses a cada uno para tener la primera arrimada sexual, y así con todo. Estructurada por demás, la chancha reconoce que fue presa de esa mentalidad que nos alimentaron de chicas, y a la cual seguimos alimentando luego de grandes....claro, como para que la culpa no venga a sentarse seguido a la mesa....

Pero las chicas tuvieron que vivirlas, tuvieron que abrir la cabeza, tuvieron que repensarse desde otros posibles lugares, dejando tanto prejuicio, tanto tabú de lado... y en esas charlas andábamos cuando de repente, la chancha rosa se pone a relatar sus recientes aventuras....

Mi cara desencajada; siempre creí que en el fondo mi amiga no dejaría las estructuras vigías...

Lo conoció una noche sureña.... baile, risas, copas....
-te llevo?
-no, me llevo sola

La siguió, hablaron, se besaron, él se fue no sin antes intercambiar "Celulares celulares"... (lalalaa)

Mensajes, nueva salida, nueva rumba, mirar el firmamento en la costanera y toda esa mierda que soportan ellos para hacernos sentir cómodas, cuidadas o alguna cosa de esas...y así quizá, accedemos a lo sexual más prontamente de lo especulado por el común denominador de los hombres: ya saben que son las más las que no hacen la deliciosa porquería la primera noche...

Y en ese mismo carnaval: excesos de alcohol, de risas, de seguridad, de confianza, de manitos, de mirarse y gustarse, atraerse las pieles; cóctel impulsivo que te arrastra..... (que bueno echarle la culpa a algo)

A la mañana siguiente: abre los ojos, resaca a morir, se autoexplora y explora el lugar: desnuda, "culo para arriba" (sic) desparramada en un colchón ..... un lugar desconocido y de repente la imagen masculina (también desnuda) pasar de acá para allá....
Hasta acá, nada tampoco de que sorprenderse mal, pero sí en su caso porque, quién lo hubiese presagiado?
Pero lo gracioso del caso fue, como broma católica del destino, abrir los ojos y ver como primera cosa un cuadrito bien a la altura de los ojos: pintura de un ángel y abajo escrito el rezo familiar de: "ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día...."

Digamos que, a mi juicio, la amparó de una manera iiiincreíble...

Chancha rosa, ese muchacho te sigue merodeando, yo que vos le rezo más seguido a tu angelito de la guarda jejee

Ya me abusé del espacio, pero la gente por aquí chancha, te verá volver....

GABB