lunes, 3 de agosto de 2009

Todos tenemos un poco de miedo




Discordancias siempre latentes; lecturas y relecturas…
La voz que está en tu cabeza como eterno sentido de la conciencia, que más si no, voz inmanejable.
Miradas turbias de todos los colores esparcidas por cada rincón, en la calle, encerradas en el propio fuero interno. Miradas sabias, tristes, desilusionadas, tiernas, fulminantes. Todo eso me fui llevando estos días

Algunos te levantan y te animan a seguir, siempre como en vuelos. Esos vuelos que elevan el pensamiento, discordantes también, confusos..
Sombras andando por todos lados; escenas imaginarias de un guion para escribir, lleno de detalles, lleno de un centro a punto de explotar…
Quiere explotar y va a explotar. Todo explota, toca fondo y se resignifica, y crece, madura, despierta, aviva, llora, sueña. Todo está entremezclado, todo es relativamente significante y recomponedor.
Y en los carnavales , -bélicos, conciliatorios, festivos, mudos- uno renace sin parar.
Y varios seguimos corriendo para evitar esa realidad que no es cierta o tal vez lo es demasiado.
Queremos despegar, consolarnos. Seguir bailando en atrevidos contoneos. Chispas adecuadas, necesarias. Agua para ese fuero…
Y cuando finalmente la masa crítica estalle, pretenderemos que todo se aclaró. Y allí habrá un nuevo guion, intrínsecamente alineado al anterior.

Algunos preferimos la derrota compartida en vez de cada uno con sus cosas y a otra cosa.
Aromas nuevos encerrados, pujando. Aires soleados que irán llegando y renovando.
Y si no importa la verdad porque voltea descarada y cruelmente, al menos nos queda el pensar, todo lleva su tiempo.
Y todos los días en algún momento suplicamos: salvame de esta.
Y el sueño de los locos que los cuerdos envidian, permanece como motor.
Me niego a la rutina, me niego a conformarme, me niego a las caras inanimadas que con cara de perro te quieren convencer de que todo es mierda, y te queman la cabeza.

Hubo un clic en mis sueños, y era como sentir que volvía el alma al cuerpo, para asi volver a creer y entender sin razones que probablemente estamos donde debemos estar…

“Ya lo sabemos, todos tenemos un poco de miedo. Cuesta levantarse a veces y saber que nada fue en vano, el silencio es cómplice y la angustia el dolor. De los días vuelven cosas, y las cosas cambian fácil, una vez no ves, otras veces ves todo alrevés (…) a veces hay que mentir, a veces hay que decir la verdad, a veces hay que callar y seguir… (…) a veces hay que saber perdonar, y otras veces hay que olvidar y reir, como el miedo de la noche como el miedo en la mañana, y seguir, y seguir y seguir…”.


GABB

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Me encanta gabb,

    hacía rato que no le leía, sabrá disculparme, pero justo hoy recibo noticias suyas de un comentario que dejara en el oxidado porquesí y entonces aquí me encuentra.

    gratifícame redescubrirla.

    Besotes!

    fede.

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  3. Yo tambiñen hacía mucho que no andaba por acá! Veo que el barrio se estuvo renovando...
    Volveré con mas tiempo a chusmear un poco mas, pero quería dejarte un saludo Gabb.

    Besos!

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  4. Me tocaste la cabeza y algo chillo como chillan las puertas viejas cuando se abren despues de mucho.

    Quisiera publicarlo en mi facebook, pero no, mejor escribo algo yo.

    Por cierto y sobre esto, los sacrificios sobre uno mismo pueden ser muy idealistas y romanticos pero mayormente terminan en desagradecimiento ajeno y un vaciamiento emocional terrible.
    Pensa en estar mejor, en evolucionar a pesar de todo y de todos y todo va a ser mas simple. Aunque para eso debas amar sin ser amado, desear el bien al mal y todo eso, que el mundo no mejora si uno no hace nada.
    Los objetivos deben estar en uno mismo, mejorar para que todo mejore.
    Eso creo bah.

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